LA NOCHE DE MI ANGEL GUARDA - A NOITE DE MEU ANJO PROTETOR (II PARTE)
Posted by Carlos Zárate V.
Después de despedir al Pr Bullón; aquella noche nos quedamos: El Presidente de la UE, El secretario Ministerial del campo, el equipo de Nuevo Tiempo de Bolivia. El ideal era llegar a Machala máximo al término del mensaje del Pr bullón, nos reunimos, evaluamos nuestra posición, preguntamos a otros viajeros, buscamos diferentes rutas para llegar a nuestro objetivo, mas todo nos indicaba que tendríamos que recorrer muchos kilómetros para llegar a Machala, las probabilidades eran que tendríamos que viajar toda la noche, por que las únicas dos rutas abiertas nos llevarían hasta Loja (desvío que nos tomaría 6 horas aproximadamente) y de allí entrar a Machala por otra vía. Una vez más tendríamos que decidir cuál de las dos rutas iríamos a tomar, Llenamos nuestros tanques de combustible, porque no sabíamos a cuantos kms encontraríamos otro punto de abastecimiento, nuestra ruta elegida era Santa Rosa - Loja – Machala, un promedio de 400 kms de camino culebrero y demasiado peligroso. Más este era nuestro reto y allí íbamos.
Mi jefe, dio la orden que encabezase la caravana, tome la ruta a Santa Rosa y después de unos pocos kilómetros recorridos, en medio de la nada, de esa oscuridad espantosa, vi las luces de unos cinco carros que iban delante nuestro desviarse a la derecha en medio de la polvareda, y antes de que yo preguntase al único hombre que por allí estaba, El me dijo: “esta es una “guardarraya” que lleva a Machala”, pregunté a mi jefe y el aprueba mi decisión, entramos, traté de aproximarme lo más cerca de los otros cinco carros que tomaron la delantera, el camino por momentos pedregoso, por momentos de lodo o tierra muerta hacia mas difícil nuestra marcha, transcurrían los minutos pasaban y la noche era cada vez más oscura, el polvo en la carretera no me permitía tener una buena visión de la ruta, mire por mi retrovisor y observe que mis compañeros venían junto a mí, ya para entonces mi corazón estaba cargado de preguntas, ¿Porque tiene que pasarnos estas cosas, si estamos predicando la palabra de Dios?, ¿Será que Dios tiene una lección que enseñarnos?, estoy ávido por las respuestas, pienso en mi hija que quedó solita en Guayaquil y que no sabe nada de lo que papi y mami están pasando, pienso en mi esposa, ella fue acompañando al Pr Bullón, pienso en mis colegas de ministerio, ¿Qué será lo que están pensando? No tienen ni idea que estamos perdidos en medio de la espesura del bosque, vuelvo a mirar por el retrovisor a mis colegas que vienen detrás, no los identifico en la oscuridad, mas confío que las luces de los 3 carros que van detrás sean ellos y avanzo, siento que estoy un poco lento porque veo alejarse a de los que me llevan la delantera, continúo, los que van delante mío aceleran su marcha y temo perderlos, aprieto mi acelerador, trato de alcanzarlos y entre la polvareda me parece ver la figura de un hombre, unos metros más adelante, soy detenido por algunas personas con armas de fuego, que piden dinero, hurgo en mis bolsillos, les entrego los pocos dólares que llevaba y retomo mi camino, miro por el retrovisor, y veo como mis compañeros son intervenidos de la misma manera y con el mismo fin, continuamos, los que van delante de mí están muy distantes, acelero, busco mi celular para avisar a los que van detrás mío que avancen más rápido, y por alguna razón no lo encuentro, sigo corriendo, dos veces ya raspé el carro con algunas piedras que salen, mas no pienso en eso, en este momento solo estoy preocupado por los que van delante y que cada vez me están dejando atrás, acelero para alcanzarlos pero me es inútil, mi vista esta fija en aquellas luces que cada vez son más lejanas y de pronto, todo a mi alrededor es oscuridad y silencio, miro para mis compañeros y no hay nadie detrás mío, tampoco delante, estoy sólo. Continúo, pero ahora voy más despacio tratando de esperar a mis colegas, busco en mis recuerdos si hubo algún desvío, estoy consciente que no, continúo. Los segundos que pasan parecen una eternidad, oscuridad, polvareda, soledad, silencio embargan la noche y miedo es lo que empiezo a sentir. Me siento débil, me siento frágil, no sé qué hacer, no sé por dónde ir, los minutos pasan, mis compañeros no están más, parece que es una pesadilla, sin embargo, es mi realidad, confundido, atemorizado, sin saber qué hacer, sigo manejando, de un momento a otro a la vuelta de algunas curvas, aparece las luces de aquel pueblo, avanzo lo suficiente a un poste de alumbrado público, me estaciono, oro a Dios agradeciendo por estar en aquel lugar donde hay luz y como un niño indefenso y con miedo le pido que nos acompañe, termino de orar, abro mis ojos, y lo veo allí frente a mí, al lado del faro derecho de mi carro, no se mueve. No avanza a atacarme ni me dirige una palabra, miro hacia mi izquierda y derecha pero no hay nadie más a mi alrededor, mis amigos no aparecen, veo que el me mira, camina a mi ventana derecha, tengo miedo, pero llenándome de coraje abro mi puerta y bajo, lo saludo y le digo que soy Pastor pero que estoy perdido y que quiero llegar a Machala, Y él me dice: Hay un verso en la Biblia que dice:¨No temas porque yo estoy contigo – su voz llegaba a mis oídos como música suave,- El Señor esta con Ud. Pastor, nunca desconfíe - y continuó - el camino a Machala es por acᨠ- dijo señalando una carretera que si estuviera sólo no la hubiese elegido como el camino a seguir, me ofreció su celular, llame a mis compañeros, le pedí a mi amigo desconocido que los orientara y en pocos minutos llegaron los 3 carros hasta donde me encontraba, avance unos pasos para saludarlos y abrazarlos, inmediantamente volvi en direccion donde dejé a mi amigo desconocido, pero El ya no estaba. Aquella noche llegamos a Machala, cuando el Pr Bullón terminaba de predicar, se habían pasado cuatro horas, más Gracias a Dios LA VICTORIA FUE NUESTRA. Machala se rindió ante el grande y Poderoso Dios del Universo.
Recuerdo que ¨mi amigo desconocido¨ me dijo que aquel pueblito se llamaba Paraíso, días más tarde fui a buscarlo para tomarme una foto, como recuerdo de aquella noche, nadie sabe donde esta ese pueblito, Mas yo se que aquella noche Dios cuidó de nuestra Caravana y que Mi Ángel guardián estuvo conmigo una vez más.
Mi jefe, dio la orden que encabezase la caravana, tome la ruta a Santa Rosa y después de unos pocos kilómetros recorridos, en medio de la nada, de esa oscuridad espantosa, vi las luces de unos cinco carros que iban delante nuestro desviarse a la derecha en medio de la polvareda, y antes de que yo preguntase al único hombre que por allí estaba, El me dijo: “esta es una “guardarraya” que lleva a Machala”, pregunté a mi jefe y el aprueba mi decisión, entramos, traté de aproximarme lo más cerca de los otros cinco carros que tomaron la delantera, el camino por momentos pedregoso, por momentos de lodo o tierra muerta hacia mas difícil nuestra marcha, transcurrían los minutos pasaban y la noche era cada vez más oscura, el polvo en la carretera no me permitía tener una buena visión de la ruta, mire por mi retrovisor y observe que mis compañeros venían junto a mí, ya para entonces mi corazón estaba cargado de preguntas, ¿Porque tiene que pasarnos estas cosas, si estamos predicando la palabra de Dios?, ¿Será que Dios tiene una lección que enseñarnos?, estoy ávido por las respuestas, pienso en mi hija que quedó solita en Guayaquil y que no sabe nada de lo que papi y mami están pasando, pienso en mi esposa, ella fue acompañando al Pr Bullón, pienso en mis colegas de ministerio, ¿Qué será lo que están pensando? No tienen ni idea que estamos perdidos en medio de la espesura del bosque, vuelvo a mirar por el retrovisor a mis colegas que vienen detrás, no los identifico en la oscuridad, mas confío que las luces de los 3 carros que van detrás sean ellos y avanzo, siento que estoy un poco lento porque veo alejarse a de los que me llevan la delantera, continúo, los que van delante mío aceleran su marcha y temo perderlos, aprieto mi acelerador, trato de alcanzarlos y entre la polvareda me parece ver la figura de un hombre, unos metros más adelante, soy detenido por algunas personas con armas de fuego, que piden dinero, hurgo en mis bolsillos, les entrego los pocos dólares que llevaba y retomo mi camino, miro por el retrovisor, y veo como mis compañeros son intervenidos de la misma manera y con el mismo fin, continuamos, los que van delante de mí están muy distantes, acelero, busco mi celular para avisar a los que van detrás mío que avancen más rápido, y por alguna razón no lo encuentro, sigo corriendo, dos veces ya raspé el carro con algunas piedras que salen, mas no pienso en eso, en este momento solo estoy preocupado por los que van delante y que cada vez me están dejando atrás, acelero para alcanzarlos pero me es inútil, mi vista esta fija en aquellas luces que cada vez son más lejanas y de pronto, todo a mi alrededor es oscuridad y silencio, miro para mis compañeros y no hay nadie detrás mío, tampoco delante, estoy sólo. Continúo, pero ahora voy más despacio tratando de esperar a mis colegas, busco en mis recuerdos si hubo algún desvío, estoy consciente que no, continúo. Los segundos que pasan parecen una eternidad, oscuridad, polvareda, soledad, silencio embargan la noche y miedo es lo que empiezo a sentir. Me siento débil, me siento frágil, no sé qué hacer, no sé por dónde ir, los minutos pasan, mis compañeros no están más, parece que es una pesadilla, sin embargo, es mi realidad, confundido, atemorizado, sin saber qué hacer, sigo manejando, de un momento a otro a la vuelta de algunas curvas, aparece las luces de aquel pueblo, avanzo lo suficiente a un poste de alumbrado público, me estaciono, oro a Dios agradeciendo por estar en aquel lugar donde hay luz y como un niño indefenso y con miedo le pido que nos acompañe, termino de orar, abro mis ojos, y lo veo allí frente a mí, al lado del faro derecho de mi carro, no se mueve. No avanza a atacarme ni me dirige una palabra, miro hacia mi izquierda y derecha pero no hay nadie más a mi alrededor, mis amigos no aparecen, veo que el me mira, camina a mi ventana derecha, tengo miedo, pero llenándome de coraje abro mi puerta y bajo, lo saludo y le digo que soy Pastor pero que estoy perdido y que quiero llegar a Machala, Y él me dice: Hay un verso en la Biblia que dice:¨No temas porque yo estoy contigo – su voz llegaba a mis oídos como música suave,- El Señor esta con Ud. Pastor, nunca desconfíe - y continuó - el camino a Machala es por acᨠ- dijo señalando una carretera que si estuviera sólo no la hubiese elegido como el camino a seguir, me ofreció su celular, llame a mis compañeros, le pedí a mi amigo desconocido que los orientara y en pocos minutos llegaron los 3 carros hasta donde me encontraba, avance unos pasos para saludarlos y abrazarlos, inmediantamente volvi en direccion donde dejé a mi amigo desconocido, pero El ya no estaba. Aquella noche llegamos a Machala, cuando el Pr Bullón terminaba de predicar, se habían pasado cuatro horas, más Gracias a Dios LA VICTORIA FUE NUESTRA. Machala se rindió ante el grande y Poderoso Dios del Universo.
Recuerdo que ¨mi amigo desconocido¨ me dijo que aquel pueblito se llamaba Paraíso, días más tarde fui a buscarlo para tomarme una foto, como recuerdo de aquella noche, nadie sabe donde esta ese pueblito, Mas yo se que aquella noche Dios cuidó de nuestra Caravana y que Mi Ángel guardián estuvo conmigo una vez más.
