LA NOCHE DE MI ANGEL GUARDIAN (I PARTE)- A NOITE DE NEU ANJO PROTETOR (I PARTE)
Posted by Carlos Zárate V.
Aquella mañana salí de casa a las 4am, y corrí los 400 kms. que separaban Guayaquil - Huaquillas, frontera de Ecuador con Perú. El propósito era recibir al Gran Pastor y amigo Alejandro Bullón. Por primera vez en la historia de la iglesia adventista de Perú y Ecuador Administradores de la Unión Peruana y ecuatoriana nos encontraríamos en el puente internacional en una ceremonia sencilla, más cargada de significados. Perú había cerrado la noche anterior ¨LA CARAVANA DE LA ESPERANZA, POR LOS CAMINOS DEL INCA¨ que había recorrido desde el Cuzco, Arequipa, Puno Juliaca, Lima, Trujillo, Chiclayo, Tumbes y ahora, el Pr Bullón ingresaba a nuestro territorio, territorio ecuatoriano y allí estábamos para darle la bienvenida.
En aquella segunda etapa la Caravana de la Esperanza recorrería 12 ciudades del ecuador en una sola semana, predicando dos veces por día.
Ese día iniciaríamos con Huaquillas y Machala, aparentemente no tendríamos ningún inconveniente, los 74 kms. de distancia entre Huaquillas la capital del comercio fronterizo y Machala la capital bananera del Ecuador, no eran cosa de preocuparse, El tiempo estaba cronometrado, los equipos de ambos puntos estaban listos y cada uno sabía lo que tenía que hacer, nos acompañaban un equipo de periodistas de la Radio Nuevo Tiempo de Bolivia, Cantantes de Perú, Bolivia y Ecuador, camarógrafos, Pastores, departamentales y administradores. Era una fiesta del Evangelismo.
El Estadio de Huaquillas abrió sus puertas y a las 16hrs00, el programa de adoración y alabanza tomó algunos minutos, y a las 17hrs45 comenzó la predicación, en una hora deberíamos salir rumbo a Machala la otra ciudad. Sólo que a los 10minutos de haber comenzado la predicación, recibo un mensaje en mi celular que me deja paralizado. El mismo decía lo siguiente: ¨LOS PRODUCTORES BANANEROS ACABAN DE CERRAR LAS VIAS DE ACCESO A MACHALA Y NO HAY MANERA DE LLEGAR AL SIGUIENTE PUNTO DE PREDICACION CON EL PR BULLON¨ Los minutos que siguieron fueron interminables, El Pastor terminó su mensaje, muchas personas entregaron su vida al Señor a través del Bautismo, terminado el programa reunimos a las comisiones e informamos de la situación, Oramos, y en el nombre del Señor salimos rumbo a Machala, manejamos a toda velocidad, devoramos los 20 kms hasta el punto de la Huelga, y allí pudimos medir la situación en toda su magnitud, gente nerviosa, airada, armados con palos y piedras, la vía interrumpida por grandes montículos de tierra, la noche ya cubría con su negro manto, antorchas encendidas que hacían más tétrica la situación, gente que trataba de pasar de un lado para el otro caminando, mujeres cargando sus maletas, niños llorando, felizmente el Pastor de Machala que estaba otro lado de la huelga esperándonos, Mas, el problema era logra atravesar esas murallas humanas, descontando la barricadas de Tierra, y el humo de las antorchas. La palabra “IMPOSIBLE” es la palabra exacta para ese momento, ¿Quién se podría atrever cruzar aquella barricada?, pensé una vez más ¡IMPOSIBLE!, Mas aquella noche el Grande Alejandro Bullón me dio una lección mas y aquella su imagen se mantiene latente y bien “a flor de piel” en mi mente, no sé en qué momento tomó esa decisión pero lo que vi era a un siervo de Dios que en una mano llevaba su saco y en la otra su Biblia, tomó la delantera, sus pies pisaron aquel monte de tierra, la humareda de las antorchas, los gritos de unos contra los otros, mas nadie de nuestro grupo decía una sola palabra, Sin embargo, todos nos movíamos en la misma dirección, como si una mano invisible nos dirigiera. Aquella noche mi mente corrió con la velocidad de un rayo 2000 años atrás, a aquella noche cuando Jesús cruzó aquella montaña entregando su vida por ti y por mí. Lección de humildad, coraje y determinación, yo sabía que aquella noche cambiaria mi concepción del ministerio, no fue en las aulas de un seminario teológico, y si, en medio de una noche en la que se escuchaba la carcajada del enemigo que parecía ser la vencedora, mas se paró en seco cuando Las cantantes, los camarógrafos y el Grande Alejandro pasaron al otro lado y fueron recibidos por la delegación de Machala.
Aquella noche aprendí que no hay rosas sin espinas, que aun siendo Pastor y estar entregado a la salvación de los demás, el camino no es fácil, y el enemigo hace lo imposible para desanimarnos. Aquella noche aprendí que Dios ayuda al fiel siervo que es determinado, que no se amilana ante las “huelgas” de esta vida. Aquella noche aprendí que mi vida es un velero en este inmenso mar de la vida y que sólo tengo que elevar mis “velas” en dirección de la voluntad divina y dejar que El guie mi débil embarcación. Oh mi Dios cuanta gratitud por aquella noche, Estoy seguro que Tu estuviste allí con nosotros, tu mano tierna y poderosa nos dirigió en medio de aquella humareda y confusión, en medio del grito y de las lagrimas. Gracias por cuidarnos Señor, y porque Machala se rindió a tus pies. Por eso digo siempre: “No tengo nada que temer del futuro, a no ser que me olvide como Dios me acompañó en el pasado”
(Espera allí, la próxima viene la segunda parte)
En aquella segunda etapa la Caravana de la Esperanza recorrería 12 ciudades del ecuador en una sola semana, predicando dos veces por día.
Ese día iniciaríamos con Huaquillas y Machala, aparentemente no tendríamos ningún inconveniente, los 74 kms. de distancia entre Huaquillas la capital del comercio fronterizo y Machala la capital bananera del Ecuador, no eran cosa de preocuparse, El tiempo estaba cronometrado, los equipos de ambos puntos estaban listos y cada uno sabía lo que tenía que hacer, nos acompañaban un equipo de periodistas de la Radio Nuevo Tiempo de Bolivia, Cantantes de Perú, Bolivia y Ecuador, camarógrafos, Pastores, departamentales y administradores. Era una fiesta del Evangelismo.
El Estadio de Huaquillas abrió sus puertas y a las 16hrs00, el programa de adoración y alabanza tomó algunos minutos, y a las 17hrs45 comenzó la predicación, en una hora deberíamos salir rumbo a Machala la otra ciudad. Sólo que a los 10minutos de haber comenzado la predicación, recibo un mensaje en mi celular que me deja paralizado. El mismo decía lo siguiente: ¨LOS PRODUCTORES BANANEROS ACABAN DE CERRAR LAS VIAS DE ACCESO A MACHALA Y NO HAY MANERA DE LLEGAR AL SIGUIENTE PUNTO DE PREDICACION CON EL PR BULLON¨ Los minutos que siguieron fueron interminables, El Pastor terminó su mensaje, muchas personas entregaron su vida al Señor a través del Bautismo, terminado el programa reunimos a las comisiones e informamos de la situación, Oramos, y en el nombre del Señor salimos rumbo a Machala, manejamos a toda velocidad, devoramos los 20 kms hasta el punto de la Huelga, y allí pudimos medir la situación en toda su magnitud, gente nerviosa, airada, armados con palos y piedras, la vía interrumpida por grandes montículos de tierra, la noche ya cubría con su negro manto, antorchas encendidas que hacían más tétrica la situación, gente que trataba de pasar de un lado para el otro caminando, mujeres cargando sus maletas, niños llorando, felizmente el Pastor de Machala que estaba otro lado de la huelga esperándonos, Mas, el problema era logra atravesar esas murallas humanas, descontando la barricadas de Tierra, y el humo de las antorchas. La palabra “IMPOSIBLE” es la palabra exacta para ese momento, ¿Quién se podría atrever cruzar aquella barricada?, pensé una vez más ¡IMPOSIBLE!, Mas aquella noche el Grande Alejandro Bullón me dio una lección mas y aquella su imagen se mantiene latente y bien “a flor de piel” en mi mente, no sé en qué momento tomó esa decisión pero lo que vi era a un siervo de Dios que en una mano llevaba su saco y en la otra su Biblia, tomó la delantera, sus pies pisaron aquel monte de tierra, la humareda de las antorchas, los gritos de unos contra los otros, mas nadie de nuestro grupo decía una sola palabra, Sin embargo, todos nos movíamos en la misma dirección, como si una mano invisible nos dirigiera. Aquella noche mi mente corrió con la velocidad de un rayo 2000 años atrás, a aquella noche cuando Jesús cruzó aquella montaña entregando su vida por ti y por mí. Lección de humildad, coraje y determinación, yo sabía que aquella noche cambiaria mi concepción del ministerio, no fue en las aulas de un seminario teológico, y si, en medio de una noche en la que se escuchaba la carcajada del enemigo que parecía ser la vencedora, mas se paró en seco cuando Las cantantes, los camarógrafos y el Grande Alejandro pasaron al otro lado y fueron recibidos por la delegación de Machala.
Aquella noche aprendí que no hay rosas sin espinas, que aun siendo Pastor y estar entregado a la salvación de los demás, el camino no es fácil, y el enemigo hace lo imposible para desanimarnos. Aquella noche aprendí que Dios ayuda al fiel siervo que es determinado, que no se amilana ante las “huelgas” de esta vida. Aquella noche aprendí que mi vida es un velero en este inmenso mar de la vida y que sólo tengo que elevar mis “velas” en dirección de la voluntad divina y dejar que El guie mi débil embarcación. Oh mi Dios cuanta gratitud por aquella noche, Estoy seguro que Tu estuviste allí con nosotros, tu mano tierna y poderosa nos dirigió en medio de aquella humareda y confusión, en medio del grito y de las lagrimas. Gracias por cuidarnos Señor, y porque Machala se rindió a tus pies. Por eso digo siempre: “No tengo nada que temer del futuro, a no ser que me olvide como Dios me acompañó en el pasado”
(Espera allí, la próxima viene la segunda parte)
