De Vuelta a Casa - Feliz Navidad  

Posted by Carlos Zárate V.




De  Vuelta a Casa
Hola,  mi reloj marca 1h50 minutos, estoy en el aeropuerto de Guarulhos, en la grande Ciudad de Sao Paulo, salí esta noche de Brasilia para Lima- Perú, donde me encontraré con mi familia, ya llamé, ya entré al internet para decirles que estoy yendo de vuelta, que sólo es cuestión de tiempo, que unas pocas horas más estaré con ellos, yo también estoy con ganas de abrazarlos, de comerlos a besos, porque después de un año sin vernos, todos sentimos ansiedad por este encuentro, los que siguen este blog, saben que estuve haciendo la cuenta regresiva, anhelando este viaje de “vuelta a casa”.  Mientras escribo, una serie de cosas acontecen a mi alrededor, mucha gente camina por este aeropuerto, Unos con el rostro iluminado de alegría otros marcados por la desgracia o el infortunio,  nadie se importa con la hora, nadie se importa con los demás,  hay gente cansada, posiblemente no durmieron, sin embargo, parece que lo importante es volver a casa, casi imperceptible alguien, deja oír la Canción de Blake Shelton “Home”, que dice que ya sea que esté en Paris o en Roma, no hay como estar en casa, ya sea que este siendo aplaudido por un millón de personas, nada se compara con el placer de estar con quien ama.
Existe en cada corazón humano una natural necesidad de pertenencia, nadie es feliz sólo, Cuando Dios creó a Adán dijo: “No es bueno que el Ser humano esté solo”, la soledad, nunca fue la intención de Dios, al contrario, creó el matrimonio para “romper” la soledad, para que tanto el hombre como la mujer amen y sean amados, para dar y recibir amor. Pero, y por encima de todo, fuimos creados, para relacionarnos con El, como la fuente de la vida. Esa idea partió de El mismo, El fue quien visitaba a la primera pareja, en su estado de perfección. Cada tarde El grande y poderoso Creador visitaba el huerto en busca de sus criaturas, estaban rodeados de una atmósfera de amor y perfección. Sin embargo y contrario al plan inicial del Creador, el Ser Humano hizo su voluntad, fue tras su propio camino, dejó de lado el consejo y la advertencia, y a través de su desobediencia salió de los tiernos y amantes cuidados divinos.
¿Qué puede hacer un hombre sin Dios?, ¿Qué puede hacer una mujer sin Dios?, sólo multiplicar su desgracia, adentrándose cada vez más en el pecado, aumentando el dolor y sufrimiento de seres inocentes que están en su entorno. Un hombre sin Dios, está lejos de casa, sólo, sin nadie con quien compartir sus tristezas o sus triunfos, sin Dios vive arrastrando su pesado fardo lleno de culpas y remordimientos. Sólo que En su gracia incomprensible, y en su amor infinito, Dios nunca lo abandonó en esa triste condición; tan rápido como Adán pecó, apareció el Señor en medio del huerto preguntando y llamando: “Adán, Adán ¿Dónde estás?” “Venid luego y estemos a cuenta” dice Isaías,  nos invitó de vuelta a casa. Ya van más de seis mil años que esa invitación fue dada.
A Dios no le importa cuánto dolor produjeron Adán y Eva, de cuanta desgracia son originadores, no. A Dios no le importa tu pasado, A Dios no le importa el tamaño de tu pecado o desobediencia, mientras que el ser humano es implacable y no perdona, Tú eres importante para Dios, como ser humano, como persona,   nunca hirió a nadie, nunca menospreció ni apuntó, Dios siempre nos espera con los brazos abiertos, esperando siempre que como el  hijo pródigo nos demos cuenta que lo único que este mundo nos ofrece sólo es “Algarrobas”, nombre bonito para describir, que no era otra cosa, sino: “comida de puercos”.
Acabo de aterrizar en la gran Lima y camino en busca de mi equipaje, mientras camino, veo el rostro feliz  de mi esposa que bate sus manos con alegría y en su un rostro se nota la alegría de recibirme. Inmediatamente vamos al encuentro de nuestros hijos, Cuanta alegría, cuanto amor siento al estrecharnos en ese abrazo lleno de amor y aceptación. Una Feliz Navidad y un próspero año 2010 

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Carlos Zárate V.

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Soy Pastor de la Iglesia Adventista del Sétimo Dia, por la gracia de Dios, hijo de Carlos e Isabel, esposo de Sara y padre orgulloso de Jonathan y Karen. Amo a Dios, Amo a mi Familia y Amo a mi Iglesia. Desarrollo mis actividades pastorales en Brasil, Mi mayor deseo es ser heredero de la patria Celestial y morar por la eternidad con Jesus.

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